sábado, 1 de noviembre de 2008

Aguardábamos la palabra. Y no llegó. No se dijo a si misma. estaba allí y aquí aún muda, grávida. Ahora no sabemos si la palabra es nosotros o éramos nosotros la palbra. Mas ni ella ni nosotros fuimosproferidos. Nada ni nadie en esta hora adviene, pues la soledad es la sola estancia del estar. Y nosotros aguardamos la palabra.
José Ángel Valente



Yo no tengo palabras. Ya no. Ya no las tengo. Me digo "debería escribir algo más, pensar, dar forma", pero ¿quién soy yo para hacer todo eso? Últimamente todos mis textos saben a ficción. La ficción viene a mí, la vida imita al arte. Eva se queja en mis trabajos; y también Livia Drusila. Y otra vez a empezar, un día tras otro el tiempo corre río abajo. No nos damos cuenta pero está ahí recordándonos que una nunca se baña dos veces en la misma agua, o sí. Estoy divagando y odio divagar, me gusta decir las cosas como son ¿cómo ponerle palabras a lo que no tiene nombre? The animals reject their names and things return to their origins.
Tengo sed...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

te dije que te ibas a enganchar a Livia Drusila. La historia de Roma mola :D

words, they don't come easy to me...

Meryone dijo...

te dejo la cita de monterroso al principio de la literatura nazi en latinoamérica de roberto bolaño:

Cuando el río es lento y se cuenta con una buena bicicleta o caballo sí es posible bañarse dos (y hasta tres, de acuerdo con las necesidades higiénicas de cada quién) veces en el mismo río.

para que te rías y para que no te desesperes

un beso