Aquel día estaba yo en la acera, bajo la ventana, y la muchacha asomada en ella. Luego llegó él y me acarició la cara. Las niñas hacían unos hoyos grandes en la playa, y venía el mar y se los llenaba de agua y piedrecitas. Una nube grande se puso sobre la playa. Ella y él hablaban muy bajo. Yo, de cuando en cuando, levantaba los ojos y les miraba en silencio. Después hablaron un poco más alto. En la playa hicieron una montaña alta, y saltaron los niños. Luego la rompieron gritando. Los dos se callaron. Yo cogí un palito y me puse a hacer letras en la acera. Luego él dijo algo y ella bajó los ojos. Luego hubo un largo silencio. Él se llevó la mano a la frente, distraído, y se fue. Ella cerró la ventana. Entonces yo bajé a la orilla del mar a buscar vidrios de colores.
J. de la Torre (Versos y estampas, 1927)
5 comentarios:
che bello!!
no hay absolutamente nada tan importante en el mundo como los hoyos en la arena
quizá (sólo quizá), los castillos. pero sólo cuando tienen un hoyo
la navidad es una mierda, eso lo sabemos todos
yo llegué a escuchar que cómo no me iba a llevar mal con la gente de la residencia (residencia para hijos de militares, con su pulserita de la bandera de españa, también -y vivimos en una de las irrisoriamente llamadas "comunidades históricas", no lo olvidemos-) si siempre andaba rodeada de "maricones y tortilleras" (sic). que menos mal que me mantengo en mi heterosexualidad, porque si no, creaba una repentina epidemia de infartos familiares y tampoco es plan...
yo, en cambio, jamás logré mentalizar a mi progenitor de que, si tenía un examen sobre, pongamos por caso, el decameron, tenía que leérmelo. que no era vicio, que estudiaba literatura
ni mucho menos lo de leer en otros idiomas: a ver cómo voy a entender yo mejor a un portugués que a un traductor (y juro que portugués leo casi tan bien como español -y el casi es porque en español llevo muchos años de ventaja en lo de las palabras que ya tengo buscadas en el diccionario; por supuesto, soy tan desastre que sigo sin tener un diccionario de portugués-), y ya no digamos al bueno de dante en italiano o a los críticos franceses (que no están traducidos, hostia!) en francés
la única alternativa a aceptar a la familia es exterminarla. y yo, casi que paso, que luego voy a la cárcel...
beso
de mí pasar no pasan, pero también nos tenemos un cierto cariño...
sobre todo cuando estamos cada uno en su casa y dios en la de todos... ahí sí que es estupendo
qué bonito!! ^^
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