martes, 9 de febrero de 2010

Avatar

Lectora o lector: antes de leer advierto lo siguiente, este post no tiene nada que ver con la película de James Cameron sino que el término "avatar" es empleado en el sentido de "transformación" de un@ mism@, de alter ego.

Todo empezó el viernes bien avanzada la tarde. Unos amigos y yo quedamos para cenar y celebrar mi cumpleaños (y el de otra de las participantes en el evento). Hablamos de miles de cosas, es lo que tiene verse poco, la distancia, el trabajo e incluso la vagancia, para qué mentir. Uno de los temas surgió con naturalidad, como el resto de la velada: "Oye, Countess, ¿has leído la entrevista que le hacen en Público a Lucía Etxebarría?". Aquí empezó el tema. Yo no había leído la entrevista, reconozco que soy poco dada a leer periódicos, los sábados tal vez pero no diariamente. Por lo visto a la pobre mujer la habían puesto a caer de un burro en los comentarios de la noticia además de que quien la entrevistó no debía saber mucho de literatura porque yo, que llevo unos años en esto, jamás había oído hablar de Mcbeth (me pregunto si será algún restaurante de comida rápida), ni sabía que Shakespeare escribiera novela. Al día siguiente busqué en google y ¡eureka! allí estaba la famosa entrevista. La leí. Me dolieron los ojos y culpo al periodista porque dudo mucho que Etxebarría, que es licenciada en filología inglesa (creo recordar), no supiera que Macbeth es una obra de teatro y no una novela. La verdad es que yo me esperaba algo más subversivo, más agresivo pero me encontré con una mujer que respondía a las preguntas que se le hacían con total corrección y ortodoxia (dentro de lo que suele hacer y no la culpo). Lo fuerte me parecieron los comentarios sobre su ego inconmensurable y su vida sexual y/o privada. Cómo le gusta a la gente meterse donde no la llaman, porque desde luego en la entrevista yo no vi un ego excesivo ni nada por el estilo, es más, todo lo contrario. Claro está que son libres de decir lo que les venga en gana pero un poco de coherencia por favor: imagínense ustedes una entrevista con Stephen Hawking sobre su trabajo sobre agujeros negros y los comentarios de la gente son sobre lo bien que le siente su nueva silla de ruedas. Sería absurdo ¿no?

Creo que la gente se está cebando con la imagen pública de la escritora. Tal vez venga bien para las ventas, pero intuyo que a ella no le debe gustar mucho que se malinterpreten según qué cosas. Cada uno construye su identidad y su cuerpo como buenamente puede y/o quiere. Somos libres de hacerlo y punto (en este país es legal, al menos). Desgraciadamente hay una gran diferencia entre lo que es legal y la opinión pública. María Lejárraga decía hace casi 100 años que era perfectamente legal que las mujeres fueran a la universidad pero que pocas lo hacían porque ¿qué dirían sus familiares? Las llamarían sabihondas y pedantes y se reirían de ellas. Por suerte hubo algunas a las que no amedrentarons las burlas y estudiaron en la universidad pese a todo. Gracias a ellas. Con la imagen pública de Lucía pasa lo mismo: está bien ser como es pero vaya cómo se quejan los rancios de siempre. Si no os gusta, no miréis.
No puedo decir que me gusten sus novelas pero sólo he leído dos, sin embargo aplaudo la valentía con la que se enorgullece de ser mujer y de ser feminista. Merece todo mi respeto sólo por eso. Me parece muy triste todo el aluvión de críticas inmerecidas que ha recibido sobre todo porque sé muy bien que si en vez de ella, fuera otro (en masculino) quien hubiera dicho lo que ella dijo en la entrevista, hubiera sido una página más en el periódico. Aún recuerdo que no hace mucho un idiota redomado escribía en El País que las feministas nos creíamos mejores que los hombres. Me alegra saber que hay alguien del mundo de las letras que no lo cree y además lo dice. Ya basta de "yo no soy feminista pero...". Ya basta de malentendidos. Ya basta de juzgar a alguien por su género (porque si Lucía se llamase Martín a ver cuántas y qué cosas se dirían de él). Ya basta de juzgar a alguien por unas declaraciones desafortunadas, todos nos equivocamos y todos tenemos derecho a ser libres en nuestro pensamiento.

Insisto, como hice en la entrada de noviembre de 2009, en que por lo visto ahora lo "progre" es ser "regre", qué le vamos a hacer. Alguien tiene que pagar el pato, ¿no?

4 comentarios:

galaad dijo...

mi opinión ya la conoces por extenso

Unknown dijo...

i know, aunque nuestra discusión se salió bastante del tema del post en cuestión :D

galaad dijo...

y eso es lo que mola

para mí lucía es lenguaraz pero entrañable ^^

Route 66 dijo...

Yo me asombro que existan ese tipo de pensamientos en el avanzado mundo actual en el que vivimos. En fin...

Saludetes!