-Creo que me inclinaría a decir que el estilo de la Meiji está muriendo. ¿Pero cómo puedo saberlo? Vivir en medio de un era supone no participar conscientemente de su estilo. Tú y yo, entiéndeme, estamos inmersos en un estilo de vida determinado, pero somos como las carpas que nadan en un pecera sin ni siquiera darse cuenta de ello. Piensa en ti mismo: tuyo es todo un mundo de sentimientos. Tú apareces diferente a la mayoría, y estás completamente seguro de que jamás has permitido que tu personalidad quede comprometida. Sin embargo, no existe ningún medio de comprobar eso. El testimonio de tus contemporáneos no tiene el menor valor. ¿Quién lo sabe? Debe ser que tu mundo interior es en realidad el estilo de esta era en su forma más pura. Pero, otra vez, no hay forma de saberlo.
-Entonces, ¿quién decide?
-El tiempo
Haru no yuki, Yukio Mishima
Rescato la entrada de junio del año pasado. Parece que la primavera y la nieve asoman otra vez por la cornisa Cantábrica.
:)
3 comentarios:
Muy a propósito de lo que comentabas el día anterior... :)
Me quedo con tus propias palabras: "realmente somos incapaces de ver más allá de nuestra propia percepción".
Pero no lo siento como una condena a la soledad... creo que nuestras limitaciones nos hacen "humanos" y nos acercan entre nosotros, más que separarnos. De todas formas, se puede mirar desde los dos lados... Prueba a verlo como algo tranquilizador: la incertidumbre, las eternas preguntas, nos mantienen despiertos, queramos o no ;)
Bueno, pienso que él que tiene que saber en que era y que estilo de vida tiene es uno mismo. Ya sea adaptandose, y mejorandole, revolucionando o marginado. Aunque en realidad no creo que pueda vivirse del todo así.
Buena pregunta la que planteaste.
Un abrazote!
Señora...
La frase "sé feliz, lee a los griegos o mínimo a Nietzsche" de ninguna manera implica la idea de que no los ha leido.
Aún así "rectifico": Sea feliz. Leer a los griegos y a Nietzsche ayuda, es menos confuso así.
Un abrazo, y adelante con la posmodernidad, jeje, oh paradoja.
Mi intención no es ofender.
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