lunes, 11 de mayo de 2009

Palabra de Nimúe

No sé muy bien por qué estoy escribiendo esto. En realidad llevo varios días con ganas de hablar un poco de mí, como un desahogo o algo así. No sobre mí en general sino de qué es para mí escribir tanto aquí como en el otro blog como los ensayos que escribo por cuestiones más académicas. No es lo mismo escribir un ensayo que aquí, ni es lo mismo escribir aquí que en mi cuaderno (no puedo llamarlo diario, es más un lugar donde anoto las cosas según se me ocurren, no suele ser muy coherente). Hay diferentes modos de escribir en una sola persona. Hace poco leí que la obra de un/a autor/a hay que examinarla individualmente para luego extrapolarla a un momento histórico y ver qué rasgos comparte con otras/os autoras/es de ese tiempo y de otros. Creo que la idea es de Anette Kolodny, pero no me hagáis caso. Yo no creo que mis escritos sean "una obra", pero ahí están. Pienso mucho en ellos.
Para ser sincera confieso que escribo desde más o menos los ocho años. Recuerdo que a esa edad publicaron una poesía mía en la revista de mi colegio y ¡qué orgullosa me sentí! Muchos cuentos los escribí en mi cabeza por eso siempre he sido un poco Bastian Baltasar Bux. Me daba (me da) miedo escribir porque en cada palabra dejo un poco de mí, me descubro. Eso no quiere decir ni mucho menos que lo que escribo sea necesariamente autobiográfico, aunque no puedo evitar pensar que en cierto modo sí. Pero sí esa timidez, ese miedo a descubrir una parte vulnerable de mí misma, me echa para atrás a la hora de enfrentarme a un texto. Con los ensayos cada vez es menor, pero es un género mucho más impersonal que mis cuentos o mismamente este texto. Me choca bastante lo paradójico de esta relación: por un lado me da miedo mostrarme pero tengo la necesidad de hacerlo. Muchas veces pienso que no debería tener esos deseos tan de pavo real. También creo que el deseo de escribir no tiene nada que ver, pero ahí está la vocecita de la conciencia diciéndome: "sé humilde, sé humilde". De un tiempo a esta parte pienso que tal vez si en vez de mujer fuese hombre no me daría tanto miedo porque no sentiría la necesidad de ser humilde de esconderme en un rincón. Tal vez me equivoque, pero lo que sé es que necesito a Nimúe que soy yo y no lo soy.
Nimúe es la parte de mí que quiere creer que es algo más que una pobre chiflada que ha leído demasidas novelas. Nimúe no necesita parar el tiempo de vez en cuando y volver atrás a hace unos años y poner ese disco que me gustaba tanto a los catorce años y del que me sé todas las canciones, ni prepararse un colacao calentito con galletas mientras ve series en versión original. A Nimúe no le avegüenzan esas cosas porque, sencillamente, no las hace. Ésa es otra, con otro nombre más vulgar y otras actividades igual de vulgares. Como la Promethea de Alan Moore.

7 comentarios:

galaad dijo...

a mí me gusta leerte

Unknown dijo...

:)

Route 66 dijo...

Bueno, lo importante es escribir. Yo escribí hoy sobre postmoderna de mierda, y no se, yo creo que ha quedado genial, teniendo en cuenta que es ficcion pura y dura y que es la segunda vez que entro en tu blog.

Por lo demas, y por las entradas que he leido en tu blog, puedo decirte que tienes algo que engancha, aunque todavia no se muy bien que es...

Saluditos!

Meryone dijo...

a mí también me gusta leerte

además, la autobiografía debe andar por el aire...

(me encanta tu definición del perfil. que es relativamente nueva, verdad? yo sólo soy una croqueta cuando ruedo por las dunas)

besos

Unknown dijo...

XD Sí, la cambié ayer, de hecho. Es una definición surrealista, pero es que ¿quiénes somos en realidad? Depende del momento, creo yo.
¡Qué ganas tengo de ir a la playa! A ver si este finde....

Ironia Delirium dijo...

Nimúe,
Es bueno saber que haz vuelto y que nosotros hemos estado pendientes de tu blog esperando que publicarás. Lo haces precisamente con la disyuntiva de todo escritor, hacer suyo el texto, personalizarselo, dejar algo de nosotros en él y no quedar vulnerados, pero creo que cuando se escribe con convicción, no hay problema en defender nuestos textos, y dejar patente nuestro pensamiento en ellos.
Quisiera que siguieras escribiendo cosas que pueden ser personales, como cuentos o poemas, y que vieras que se siente, dejarte ver desnuda, quizá te parezca más bello que temible.

Bienvenida de vuelta!
abrazos!

Unknown dijo...

Ya eso tengo otro blog ;) Sale en mi perfil.